Los hábitos alimenticios de estos animales se fundamentan en la edad, la salud y sus exigencias físicas.
El orden en el que son suministrados los alimentos es esencial para que sus hábitos sean sanos. Es importante que mantenga una dieta equilibrada porque el sobrepeso puede afectar enormemente a su estado de salud, atacando a su agilidad.
Otros caracteres de su personalidad, como su temperamento, pueden provocar un cambio en su nutrición. Existen especies que se embravecen ante su dueño a la hora de comer. En este sentido, lo mejor es tratar con ellos con paciencia para que se acostumbren. Para ello, lo mejor es seguir una dieta basada en carbohidratos, fibras y grasas,minerales y proteínas.
Forrajes en la dieta:
- Heno: lleva una gran cantidad de nutrientes. Generalmente puede contener plantas venenosas que los caballos no pueden distinguir, pero no son peligrosas porque estas sustancias acaban desapareciendo sin dañar al animal.
- Hierba: aporta gran cantidad de minerales; de hecho, pueden sobrevivir sólo con ella durante largo tiempo. Sin embargo, físicamente engorda el vientre, por lo que no es recomendable para los caballos que compiten.
- Avena: entera, aplastada, remojada o húmeda, es importante que sea de buena calidad pues será el mayor proveedor de energía.
- Maíz: es muy recomendable pues aporta grandes volúmenes de energía, pero también de fibra, por ello lo mejor es mezclarlo con heno y otros forrajes.
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